Mi padre padece del “mal de parkinson” por más de 10 años y nosotros como familia hemos estado ahí para apoyarlo, asistirlo y animarlo. No importa lo que esta enfermedad quiera hacer o haya querido hacer, el amor es importante y aunque la ciencia diga y muestre qué cosas pueden pasar con esta enfermedad, nosotros tenemos FE y le hemos dado la vuelta. No ha sido fácil para todos, especialmente para mi madre, pero es una persona valiente, de fe y le ha puesto su mejor cara.
El parque es un lugar de diversión para los niños pero también para los adultos. Estando de visita en Miami, Florida llevamos a mi papá al parque y hasta del rodadero se tiró… qué divertido!