Esta es la temporada más esperada para algunos porque es el tiempo de compartir con familiares, amigos y con quien más lo necesita. Ha sido un año duro para todos especialmente por los huracanes, terremotos y todo lo que ha pasado estos últimos meses pero hay que sacudirse y llenarse de gozo y alegría pues estamos vivos.
Quiero desde ya contagiarte con mi alegría y por el gozo de celebrar el nacimiento de el niño Jesús. Espero que abras tu corazón y lo llenes de esperanza, paz, amor y todas las bendiciones que Dios tiene para ti y tus seres queridos en esta fecha.
Si puedes hacer un pare en tu día recuerda que estás respirando, vivo y que no importa lo que haya pasado es hora de decir suficiente y poner todo en manos de Dios. El es el único que puede cambiar tu destino y hacer realidad los deseos de tu corazón.
Vive cada momento como si fuera el último y suelta. La vida puede parecer muy dura pero hay otros que están peor que tú. Medita en todo lo que pasó María y José para dar a luz al niño Jesús y recordarás que a todos en algún momento se nos ponen las cosas difíciles pero es la fe y la actitud lo que hacen la diferencia. Pon múscia con espíritu navideño y sonreirás sin darte cuenta. ¡Bienvenida la Navidad!